viernes, 14 de abril de 2017

El tercer bando

Las potencias pugnan en el plano geoestratégico por recursos y otros intereses, por el poder. Por el miedo a ser superado por el adversario. Por la filosofía del para bellum. Urden tácticas y planes mientras sus representantes se reúnen en conversaciones. Toman sus decisiones y a veces chocan en pos de sus intereses, más legítimos o menos: en el este de europa, en oriente medio, en el paralelo 38.

La información cada vez viaja más rápido. Los acontecimientos se desarrollan cada vez más rápido, pareciera que apenas hay tiempo para pensar y que el mundo es de los que actúan. Que incluso el mundo gira cada vez más deprisa, en su vorágine.

Y si las tensiones se aflojan a merced del ánimo de concordia de los hombres, si las aguas amenazan con volver a su natural calma, un relámpago intempestivo quiebra la quietud del firmamento y el trueno lo abarca todo. Y los unos y los otros se culpan de la tormenta, consultan a sus hombres medicina y se conjuran contra los dioses del otro, perturbadores de la paz, sin saber qué dioses u hombres blanden realmente el rayo. Sin saber quien lanza la piedra a uno de los dos gigantes dormidos. Sus ojos despiertan al sol pero no a la realidad.